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Fobias, Miedos, Ataques de pánico
“El miedo es como una manta demasiado corta, te pongas como te pongas,
y por más que tires de ella, siempre te deja alguna parte al descubierto”.
De la película L’attimo fuggente («El instante fugitivo»)
Muchas veces nos hemos preguntado
¿Qué es el miedo?
Giorgio Nardone respondería que es una suerte, ya que es la emoción más importante que tiene el ser humano. Tenerlo es sano porque nos salva la vida. El problema es cómo reaccionamos frente a él.
Arthur Schopenhauer diría que:
“el rasgo característico del pánico consiste en no darse cuenta claramente de cuáles son sus causas, y más bien en presuponerlas más de cuanto se conocen,
incluso en hacer que el miedo mismo se convierta ocasionalmente en causa del miedo”.
Las personas que sufren de fobia son aquellas que tienen una percepción aterradora a cosas específicas como: un animal, una situación, un objeto, a un pensamiento, etc.
La solución intentada fracasada es evitar afrontar estas situaciones por miedo a sentir el pánico. El miedo hace que se intente controlar la ansiedad, la ansiedad aumenta y produce reacciones psicosomáticas: todo ello desencadena el pánico.
Si tuviéramos que hacer una clasificación de los fenómenos que pueden producir el pánico serían las siguientes fobias más típicas:
- Fobia a perder el control: Miedo a perder el control o enloquecer en una situación en concreto.
- Miedo a volar: Podríamos decir que es el miedo más racionable ya que no es una predisposición natural del ser humano el hecho de volar.
- Acrofobia: miedo a marearse por las alturas.
- Claustrofobia/Agorafobia: pánico cuando estas lejos de un lugar seguro o por mantenerte en un lugar pequeño.
- Zoofobias: Se presenta como una de las fobias más comunes. Arañas, serpientes, palomas, entre otros, son del listado de los animales que suelen atemorizar al ser humano.
- Patofobia: Son aquellos sujetos que viven aterrados por si enferman. Las personas que sufren de patofobia suelen tener temor de ir a médicos y a morir de una enfermedad en concreto.
- Dismorfofobia: Es miedo obsesivo a la propia apariencia física. Generalmente los dismorfofobicos rehúsan someterse a psicoterapia porque están convencidos de que tiene un defecto estético real y no una patógena y errónea percepción de sí mismos.
- Hipocondría: Fijación a tener una enfermedad inexistente, hace que el paciente hipocondriaco viva en la constante escucha del propio cuerpo con el fin de estar listo a detectar los síntomas más precoces de alguna enfermedad y lograr intervenir lo antes posible. Los hipocondriacos intentan tener el control cobre cualquier signo o señal que pueda dar indicio de una enfermedad.
Podemos detectar un ataque de pánico cuando nos encontramos atravesando por una serie de síntomas que se sienten de forma brusca y por un tiempo determinado. Entre los síntomas que se pueden presentar están los siguientes:
- Palpitaciones
- Sensación de ahogo
- Miedo a perder el control o a volverse loco
- Miedo a morir
- Temblores o espasmos
- Escalofríos
- Sudoración
- Visión borrosa
- Opresión o mal torácico
- Parestesias (sensación de que se te duerme alguna parte del cuerpo o hormigueo)
- Náuseas
- Inestabilidad, mareo o desmayo
- Desrealización (sensación de irrealidad)
- Despersonalización (estar separado de uno mismo)
Síndrome obsesivo – compulsivo
Se define como obsesiones las ideas o pensamientos recurrentes que persisten como intrusivos. La persona se encuentra atrapada por una idea fija y puede ser expresada de distintas manera: la limpieza, el orden, relaciones interpersonales propio cuerpo, etc. Los obsesivos suelen rumiar muchos pensamientos quedándose anclado en este y les cuesta pasar a la acción. Las obsesiones son productos de sus percepciones y no una imposición externa.
Las compulsiones son conductas repetitivas. El sujeto obsesivo realiza “rituales” dirigido a neutralizar, reducir o evitar la aparición de la angustia.
Por lo tanto, el síndrome obsesivo-compulsivo es un trastorno de ansiedad caracterizado por los pensamientos intrusivos de manera recurrente y que persisten en el tiempo. De esta manera el sujeto realiza rituales para la reducción de la elevada ansiedad que experimenta.